La intención de Carmen era pintar todo lo que pintó desde el exterior, pero en esta Galicia nuestra la Meteorología es una ciencia poco exacta. El viernes hubo la típica previsión... y se cumplió: nubes y claros con posibilidad de chubascos.
Pues sí. Al final estuvimos casi todo el día dentro del coche, que se convirtió en estudio ambulante.
Carmen pudo salir del coche para pintar durante un breve claro en el que hasta lució el sol.
Lo cierto es que las casas que pintó son una maravilla. Lástima que no todas están bien conservadas. Parece mentira que haya gente que pudiendo mantenerlas -o venderlas para que otro las cuide- deja que se pudran, que sus cristales vayan rompiéndose, que los animales hagan en ellas sus guaridas, y no sólo los animales.
En esta entrada os dejamos imágenes de ese día. Y en la web, la galería de fotos completa con cuadros incluidos.
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