Desde entonces en casa hemos disfrutado de una inopinada y maravillosa variedad de sensaciones gustativas. Cebollas, patatas, acelgas y hasta calabacines de talla XXXL que nos han hecho descubrir cosas como las patatas moradas de la Axarquía, los chícharos malagueños, y por poner un ejemplo de esta semana, la musaka calabacinera con su correspondiente bechamel del mismo material, ¡y hasta bizcocho de lo mismo!

Y como Carmen Martín es quien es, aparte de meterse a sachar y arrancar plantones, como es de ley, aprovecha los momentitos libres para deleitarse y deleitarnos pintando su huertito, el que María y ella misma miman tanto. Le ha añadido unas cañitas con cartelitos para ilustrar las especies, y cada poco trae nuevos dibujos en una libretita, hechos con acuarela, agua de la alberca y mucho saber y cariño.
He aquí algunas de estas pequeñas alegrías de la huerta:
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