jueves, 14 de enero de 2010

Reciprocidad

Muchas veces no puedo evitar el pensar para qué servimos los pintores. Bueno, más bien no los demás pintores, sino yo.

http://www.carmenmartin.com/proy/pea/2007/09/slides/pa0709_15.jpgMi trabajo, este afán por pintar todo aquello que se mueve y que me interesa tanto ¿Para qué les sirve a los demás, para qué lo pueden usar? Siempre creo que el beneficio mayor es para mí, que aprendo cada vez más y que me hace vivir llena de ilusión por cual será el siguiente punto de mira a extraer y de qué manera me hará crecer como pintora y como... todo. Cuando comento o se me nota este sentimiento de culpa por no estar dando nada útil a cambio de lo mucho que yo recibo, a la gente que más me quiere siempre le oigo por respuesta lo mismo: que se me saque de la cabeza, que eso es una tontería... y mi propia experiencia como espectadora y "disfrutadora" del arte les da la razón.

Pero entonces ¿por qué me sigo sintiendo culpable? ¿Será que algo hago mal? ¿o será normal sentirse así? ¿será que tengo prejuicios escondidos?

No sé.

A mí, por lo de pronto, me parece que tal vez sea una señal y por eso este año me he propuesto hacer mi Pintura en Acción en Fene. Tengo en mente ir a lugares que siento más necesitados de ser observados. Como mi oficio y mi gusto es el observar pienso que el encontrar gente que necesite que la observen será el mejor camino para sentirnos ambas partes mejor. ¿Quién desea o necesita que lo observen? Pues ahora que lo pienso debe ser todo el mundo, porque  cada vez se ve a más gente llamando la atención por la cosa más absurda. Pero no, en realidad hay mucha gente que sí lo necesita. Gente como la que visitaré en Enero, en la primera de las jornadas que haré de Pintura en Acción en este año. Tengo programado ir a una casa de acogida de niños que trabaja en Fene y tanto yo como ellos estamos con ilusión.