martes, 23 de junio de 2009

Infinita diversidad

Hace unos días, Anxo, mi marido, me dio una cita para que pusiera en uno de los lomos de los libros de la Biblioteca Máxica, ya que en muchos de ellos voy poniendo citas que encuentro y me gustan y citas que me dan y que también me gustan.

La cita era esta:
"Infinita diversidad en infinitas combinaciones"

http://blog.cleveland.com/entertainment/2007/07/large_spock.jpgEstá sacada de la serie Star Trek que le encanta a él. El caso es que me ha dado mucho que pensar la frasecita estos días, porque aunque me encanta, ya que supone un respeto increíble hacia los demás, no logro dejar de sentirme algo culpable por no aplicarla todo lo que yo quisiera.

Yo siempre he admirado a la gente valiente, a la gente que por una buena causa lucha en contra de todos. Primero de los que no dejan hacer "eso" que es lo debido. Y por esa razón, al posicionarme tanto del lado de los valientes, casi llego a odiar a los otros, conviertiéndome en una intransigente.

Me cuesta aceptar que la gente es como es, ni más ni menos. No porque pretenda que todos seamos iguales. Hace falta el blanco y el gris para que se vea el negro. Sino porque ansío que se aceleren los cambios (cuando debe haberlos), ansío que no se dejen pasar las cosas un día sí y otro también. Ansío que se haga todo con ganas y de verdad. Y muchas veces, para aceptar la infinita diversidad de las gentes hay que aceptar todo lo que yo no ansío.

Reconozco que aunque todavía me hierve la sangre sólo de pensar en este tema, empiezo a tranquilizarme un poco (¡será que estoy envejeciendo!, es broma). Me he dado cuenta de que lo quiera la gente o no, sean mustios o inquietos, el cambio se dará siempre. Lo malo es que a los mustios les pone nerviosos y a los inquietos les parece que se haga lo que se haga nunca el cambio es suficiente.

Lo malo es que el que produce los cambios nunca los verá como él mismo querría, porque los cambios van muy despacio, justo a gusto del los mustios. Para convivir nos tenemos que tolerar... vamos, que "infinita diversidad en infinitas combinaciones".


martes, 9 de junio de 2009

Disfrutar con el trabajo

http://lh4.ggpht.com/_OZB6zqEi8cc/Sgi1OfqGFDI/AAAAAAAAEiA/m0AZBjBCMTc/s512/abm000270.jpg¡Qué maravilloso es disfrutar con el trabajo de uno! A mí lo que más me gusta del mío es que siempre deseo hacerlo, siempre siento que es algo nuevo y con lo que voy a aprehender. Yo, cuando abro los ojos y aún estoy en la cama pienso en qué día me toca vivir. Pienso en qué haré y con quién estaré y eso me hace pensar en lo feliz y afortunada que soy. Hago lo que más me gusta y vivo con quien más quiero.

Aunque no todo sea como yo quisiera, porque lo cambiaría todo si pudiera, la fuerza que siento es inmensa y las ganas de aportar algo, y ¡por qué no! de ayudar a hacer menos penoso vivir, van creciendo en mí cuanto más vieja me hago.

A veces creo que si no tuviera padres que querer, ni hijos ni marido, seguro que mi mayor alegría estaría cambiándolo todo desde lo más oscuro y donde hay más miseria.

Aunque tampoco es que a mí alrededor no sienta necesidad de cambiar cosas, por ejemplo la APATÍA, la MONOTONÍA. Las pocas ganas de hacer y de cambiar.

Hoy, hablando con mi hija, que tiene diez años pero es muy pero que muy mayor si observas su cerebro, nos dimos cuenta de que la enseñanza en los colegios sería infinitamente mejor si los maestros fueran cambiando cada poco de curso. Pensábamos en esto como una locura, pero ¿por qué no? Cada profesor iría probando en todos los cursos desde infantil al grado más alto y así conocería todas las dificultades, conocería mejor los problemas de los alumnos y también de sus compañeros, creando mejor ambiente. Y lo que para mí es todavía mejor: no les daría tiempo de aburrirse y de apoltronarse ¡perdón por si algún maestro lle esto! pero no creo que sea culpa suya, a veces es el sistema el que los vuelve aburridos y sosos.

Y es que da gusto ver cómo trabajan algunos profesores y pena cómo trabajan otros.

Rosalía y yo les podemos dar la solución: para no aburrirse cambiar de clase "si les dejan" (o bien de profesión). Aclaro: no creo que Rosalía y yo seamos muy soñadoras, más bien todo el mundo piensa parecido pero nadie dice ni mueve un dedo. ¡Vaya pena!

jueves, 4 de junio de 2009

Pintura en Acción - Castelo de San Antón (A Coruña)

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Ayer, miércoles, Carmen estuvo todo el día en el Museo Arqueológico de A Coruña, situado en el Castillo de San Antón, un verdadero "marco incomparable".

click to closeEs un lugar con innumerables tesoros del pasado de la ciudad, y que además tiene unas vistas estupendas de la ría y la Ciudad Vieja.

click to closeCuando llegamos lo primero fue hacer un recorrido para ver el lugar, pues hacía bien 15 años que no pasábamos por allí. Luego Carmen se colocó en la parte alta, junto a la casa del Gobernador, desde donde empezó a pintar.

click to closeA la hora de comer nos hicimos amigos de una gaviota, la de la foto, que se quedó con nosotros un buen rato.

click to closeDespués Carmen entró en la Casa del Gobernador para pintar dos vírgenes medievales, aunque al final repintó uno de los cuadros para hacer una vista del patio del castillo.

click to closeEn fin, un día completo en contacto con la historia y con el arte.

¡Aquí se pueden ver todas las fotos!

martes, 2 de junio de 2009

¿Las apariencias engañan o vivimos en el mundo de las apariencias?

http://media.lavozdegalicia.es/default/2009/01/20/0012_2499572/Foto/f20c6f2.jpgHace pocos días estuve en la Residencia (Complejo Hospitalario Arquitecto Marcide) porque me iba a hacer una mamografía, y mientras esperaba, y aunque llevaba un libro para no desesperar, me entretuve viendo a la gente que también esperaba.

A veces siento que me quedo alelada mirando a la gente por fuera e imaginándome cómo son y cómo son sus vidas. Me lo paso pipa. Esta vez me centré mucho en una pareja que tenía unas sillas más allá. Eran bastante mayores, un hombre con buen aspecto de salud, fuerte y educado y a su lado su mujer, enjuta, fea y dependiente de su marido. Ella iba bebiendo traguitos de agua por una pajita que le ofrecía cada poco su marido y casi no hablaba. Miraba para un punto fijo y estaba como sin vida. él, mientras le daba el agua, charlaba anomosamente con la señora que tenía al otro lado. Este era más joven que ellos, de unos 55 años, y estaba dispuesta a escuchar. El hombre parecía el marido más paciente sobre la faz de la tierra. Era dulce cuando se dirigía a su mujer y le explicaba con amor todo cuanto le iban a hacer. Al parecer un TAC.

Otra mujer y yo nos cruzamos las miradas y sin hablar con la voz pensamos cuánto la quería.

Pero, de pronto me quedé sólo con mis pensamientos, mirando el libro como si lo leyera y sin escuchar a nadie de alrededor. Pensé que también podría ser justo todo al revés. Que esa mujer tan enferma y dependiente un día fuera la fuerte. Imaginé al señor años atrás como si hubiera sido un perfecto egoísta y ella la que lo soportaba. Desgraciadamente, ella, por tanto luchar, cayó enferma y, paradojas de la vida, justo ahora dependía de quien antes se descansaba en ella. ¿Y si fuera esta la realidad? ¿Cuáles serían sus sentimientos de ahora? ¿Sentiría agradecimiento o en el fondo de su corazon, rabia?

No sé por qué pienso cosas tan raras, pero a veces me pasa. Y veo un paralelismo de todo esto en los concursos y certámenes de pintura a los que nos presentamos a menudo. No se percibe siempre la realidad de las cosas, o varía tantísimo según se miren que uno no sabe cómo son en realidad.

Como digo, muchas veces nos presentamos a concursos, y por eso mismo muchas veces ganamos y nos alegramos, y otras perdemos y nos aguantamos, claro.

El caso es que cuando uno gana, siente que algo hizo bien y que por eso ganó, aunque se sepa que el jurado no siempre es tan "sabio" como uno quisiera. Pero si uno pierde, y con ese mismo jurado, las cosas se ven ya de otro modo... ¡Qué complicado es todo! Al final, ni la ilusión de ganar ni el conformismo de perder significan nada en absoluto. La victoria no la sientes realmente porque no crees en quien te juzga, y la derrota no sierve para aprender de ella sino para corroborar que hacías bien en no creer en ese jurado. No sé si me explico.

Y después viene lo que la gente se piensa de cuando ganas un concurso. Al ganar, aunque sea gracias a aquel jurado del que hablaba, los demás piensan que debías de ser muy bueno, lo creyeran antes o no. Pero si pierdes, con ese mismo jurado, el que creía en ti y el que no creía en ti, ven las cosas, normalmente, como el jurado lo quiso ver... ¡Menudo lío!

Pintura en Acción en el Castelo de San Antón

http://static.panoramio.com/photos/original/8015724.jpgMañana día 3 de Junio, la artista (y hartista) Carmen Martín llevará su "Pintura en Acción" (http://www.carmenmartin.com/pea.html) al Castelo de San Antón, Museo Arqueológico de A Coruña.


Esta jornada maratoniana (de 10 de la mañana a 10 de la noche) se enmarca en el Ciclo Coruñés de Pintura en Acción que Carmen Martín está desarrollando en la ciudad durante 2009, con la ayuda de la Concellería de Cultura.


Estas acciones pictóricas tienen la doble función de reivindicar la
pintura como una de las más artes  más espectaculares y contemporáneas
y acercar el arte al público, que en los tiempos actuales suele ver con
recelo las palabras "arte" y "contemporáneo" si van juntas.



PINTURA EN ACCIÓN EN EL CASTELO DE SAN ANTÓN
A CORUÑA, 3 DE JUNIO DE 2009
CARMEN MARTIN (www.carmenmartin.com)

HORARIO: DE 10 A 22 HORAS

LIBRE ASISTENCIA