Ya estamos de vuelta. Tras 16 horas de tren, después de cruzar todo el norte de la Península Ibérica, vuelvo a estar en mi casa, en Viladóniga (Ferrol).
El jueves, parece mentira, estaba en Vic, pintando el Templo Romano. Un lugar especial, testigo de dos mil años de historia, en el que ahora están mis cuadros colgados. Os dejo aquí unas fotos del día en que los pinté:
El jueves, parece mentira, estaba en Vic, pintando el Templo Romano. Un lugar especial, testigo de dos mil años de historia, en el que ahora están mis cuadros colgados. Os dejo aquí unas fotos del día en que los pinté:
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